"Esto va a tu memoria, espero que algún día puedes regresar..."
Muchos dicen que la memoria es frágil. Creo que hasta en cierto punto, no es más que solo una justificación para la falta de compromiso con algunos recuerdos. Para mi todo vale la pena y creo que no podría seguir sin la marca de lo que ha acontecido.
Fue exactamente una mañana lluviosa cuando abrí mis ojos por primera vez. El mundo se encontraba a mis pies, aunque yo no supiera de ello hasta en un buen tiempo más. El clima incitaba pesadillas e invitaba a la tragedia, mas eso no fue impedimento para el avance de lo que mas tarde todos sabrían. En el transcurso de esa mañana conocí muchas cosas nuevas, todo llevado bajo la perspectiva de inocencia que ha de suponerse tener en la tempranía de lo que llamamos caminar diario.
Aquella mañana pasó muy rápido, mas rápido de lo que yo mismo había creído. Entre vapores y olores de estupor me cuesta recordar más acerca de aquellos momentos. La brisa, el sol y la lluvia tienden a encerrar misterios y creo que eso causa que mi memoria se bloque.
Pasando el mediodía note ciertas cosas que antes no había podido notar. Mi casa era grande y espaciosa, llenas de dormitorios en donde vivía cada persona de mi familia. Caminando entre medio de todo, pude notar que en el último cuarto vivía un monstruo. A veces el monstruo no estaba y llegaba mas tarde, por lo que yo aterrado solía esconderme debajo de mis protectoras sabanas. Sin embargo, el monstruo comenzó a aparecer de día, lo que me daba mucho miedo. Nadie notaba su presencia o quizás simplemente la ignoraban. Sea cual sea el caso, aquel monstruo se quedo ahí por mucho tiempo.
Comencé a demostrar miedo aquel mediodía. Ni mis amigos lo notaban pero llegaba el momento en que no quería estar en mi casa. Siempre que llegaba, buscaba a mis dos protectores. Ellos me cubrían en sus brazos y me prometían que jamás me pasaría nada. Antes de que llegara la tarde, el mediodía me había enseñado muchas cosas. Me enseño desde reconocer el miedo hasta tener que sacarme a la fuerza la ropa, sin el motivo de cambiármela o tomar un baño.
La tarde comenzó con una advertencia de tragedia; Uno de mis protectores se fue. La tarde se volvió melancólica y fúnebre. Fantasmas que me perseguían desde el mediodía, continuaban acechándome en la tarde, mientras el recuerdo de aquel protector rondaba por los laberintos del más recóndito recuerdo. El monstruo de la última habitación seguía rondando aunque comencé a notar que cada vez sus pasos eran más débiles…
Sin duda, la tarde ha sido la más llena de emociones. Conocí amigos de verdad y el mundo se comenzó a abrir hacía mí. Camine por muchas partes y conocí los significados de lo que no entendía en la mañana ni el mediodía. Casi llegando al crepúsculo vi un ángel. Aquel ángel rondaba por las calles mirando con su dulce semblante. Me sentí atraído y comencé a correr para poder alcanzarlo. Raudo corría y cuando mi mano alcanzo a tocar uno de sus cabellos, la noche apareció.
La oscuridad se abalanzo sobre todo y quede sumido en ella. Me sentí solo y perdido en aquella negrura y busque mi camino a casa. Al llegar noté que no era más que solo un antiguo reflejo de lo que era antes. Al entrar note que mi último protector se había ido y el monstruo que rondaba había perecido. Me senté en el piso y comencé a llorar. Nunca me había sentido tan solo. ¿Dónde estaban las personas que había conocido y querido? ¿Por qué era todo así ahora?
Me dirigí hacia mi alcoba. Me recosté en mi cama y comencé a sentirme más solo que nunca. “¿Por qué la oscuridad? ¿Por qué esto termina así?” pensé y así mismo llegué a la respuesta. “Al final es lo que a todos nos espera, en algún momento todo acabará y solo quedará la oscuridad que lo rodea todo”.
Comencé a sentirme aprisionado en mi cama. Intente moverme mas no pude hacerlo. Por alguna extraña razón sentí que el oxigeno faltaba en mi alcoba. No sentía miedo ni tampoco sentía dolor. Era algo agradable hasta en cierto punto, por lo que decidí poner mi mente en blanco. Quizás así todo acabaría y ya no sentiría nada más.
“En nombre del padre, el hijo y el espíritu santo…”. Abrí los ojos sorprendido, preguntándome que significaba a aquello. Me concentre y comencé a escuchar mas sonidos. Podía escuchar personas llorando, y también a alguien dando una especia de sermón. “¿Qué significa esto?” pensé cuando de repente la respuesta cayo encima de mí. Pude sentir como caía la tierra en lo que parecía ser madera.
Tomando en cuenta que era lo que estaba ocurriendo, tan solo cerré los ojos y me deje llevar por los sublimes sonidos que encierran los misterios que conlleva la muerte. Tal vez algún día, pensé, volveré y descubra lo que no pude sentir. Mientras tanto, tan solo puedo decir: Nunca más.
Ilustración hecha SOLO para esta historia, por la fabulosa Arantxa ;)
5 comentarios:
Está bueno, raro, pero bueno ;)
SALUDOS!
XOXO
WOW WOw WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOW
que wea más cierta y profunda weon la cagaste!
ta en un lenguaje bastante poético, pero sin duda bastante realista el sentido de lo que es en sí la vida, todo comienza siendo el más bonito de los descubrimientos hasta que llegas a las conclusiones más deprimentes y a los descubrimientos más oscuros :/ ... buena historia y felictaciones por tu talento al expresarte y contar ese algo que te incomoda de una forma tan sutil
te pasaste stev , esta buenísimo
sigue escribiendo nomás,
saludos :D
Ooooh pedazo de hijo de puta!!
Me encanto po, y lo sabes! xD
Muy raro y perturbador, pero creo haber entendido completamente bien ciertas partes
Pero me desconcierta, no se si pensar que salio de experiencias de vida o de tu enfermo cerebro xd
Sea como sea felicitaciones
Saludos c:
no sabes como ame tu cuento! cuento que por un momento pense, sea metafora, pero en si esta genial, por un momento me vi en el personaje y me encanto poder ver que provocaste un poco de terror y confusion en mi! en verdad, esta muy bueno, muy bien el desarrollo, y genial abrupto final!
Publicar un comentario